Desinfección de Maquinaria e Instalaciones
La limpieza, más que nunca, juega un papel fundamental para asegurar el bienestar de los consumidores y para ello, es necesario usar productos específicos como biocidas y virucidas, pero siendo conscientes de que no existe forma de garantizar una completa inmunidad frente a todos los microorganismos existentes. En su lugar, lo que se hace es realizar acciones que mantengan nuestras salas de proceso y almacenes limpios y desinfectados.
Es importante tener muy claro que no es lo mismo limpiar que desinfectar. Sin embargo, para garantizar que una superficie está libre de patógenos es totalmente necesario llevar a cabo ambas acciones, las cuales pueden considerarse en dos fases distintas, pero deben estar incluidas dentro de un mismo proceso.
La primera fase, es la de limpieza y sirve para eliminar las impurezas de las superficies.
La segunda fase, es la de desinfección y sirve para eliminar patógenos de las superficies, aprovechando que están más expuestos y son más vulnerables.
Los métodos más utilizados y aptos para la desinfección de superficies son:
- Métodos físicos, como plasma, UV, tratamientos térmicos, ultrasonidos, atmósferas modificadas, entre otros.
- Métodos Químicos, como los derivados del Cloro, Ácido Peracético, Dióxido de Cloro, Ozono, Peróxido de Hidrogeno, Ácidos Orgánicos, entre otros.
- Y como tercera opción, la combinación de ambos.
Hay que considerar que cada método de desinfección cuenta con ventajas y desventajas muy particulares y para elegir uno de ellos hay que evaluar el nivel de suciedad con el que se cuenta la superficie a tratar, que sea un producto con la formulación y registro adecuado, la dosis, el tiempo de contacto, el mecanismo de fricción, la calidad del agua y sus tiempos de cambio, temperaturas y método de aplicación con todas esas variables podremos ganar eficacia.